El papa Francisco ha fallecido este lunes a los 88 años en la Ciudad del Vaticano. El deceso se produjo alrededor de las 7:35 de la mañana a causa de un problema cerebral, que, según fuentes vaticanas, podría tratarse de un ictus hemorrágico. La Santa Sede confirmó la noticia mediante un comunicado en vídeo.
El Pontífice recibió hospitalización a mediados de febrero debido a una neumonía bilateral. Tras permanecer ingresado durante 37 días, recibió el alta el pasado 29 de marzo. Su última aparición pública tuvo lugar este Domingo de Pascua, desde el balcón de la basílica de San Pedro.
Según el protocolo, el cuerpo del papa será trasladado esta tarde desde su residencia en el segundo piso de la Casa Santa Marta a la capilla del mismo edificio, donde cardenales y miembros de la Curia rendirán sus respetos. El miércoles, sus restos se llevarán a la basílica de San Pedro para que los fieles puedan ofrecer el último adiós. La fecha de las exequias se establece por las congregaciones generales de cardenales, previstas para las próximas horas.
Primer Papa procedente de América Latina
Con la muerte de Jorge Mario Bergoglio concluye un pontificado que duró más de una década, desde su elección el 13 de marzo de 2013. Fue el primer Papa procedente de América Latina, y también el primer jesuita en llegar al trono de Pedro. Su elección marcó una ruptura simbólica con la tradición, comenzando por el nombre escogido: Francisco, en homenaje al santo de Asís, símbolo de humildad y entrega a los más pobres.
Reformista y cercano
Su estilo pastoral, directo y cercano, se reflejó en gestos como vivir en la residencia de Santa Marta en lugar del Palacio Apostólico, visitar a personas sin hogar en los alrededores del Vaticano o mantener contacto directo con los fieles. A lo largo de su pontificado impulsó una Iglesia “en salida”, centrada en las periferias no solo geográficas sino también existenciales, con una atención constante a migrantes, víctimas de abusos y comunidades históricamente marginadas.
En sus años al frente de la Iglesia católica, el Papa Francisco promovió reformas internas, apostó por la transparencia financiera y abrió el diálogo con otras religiones y culturas. Sus posturas en temas como el medio ambiente, la justicia social o la acogida a los refugiados lo situaron como una figura influyente dentro y fuera del ámbito eclesial, aunque también le generaron fuertes críticas en sectores conservadores.
Nacido el 17 de diciembre de 1936 en Buenos Aires, fue ordenado sacerdote en 1969 y nombrado arzobispo de la capital argentina en 1998. Desde entonces se mantuvo fiel a un estilo de vida austero, que conservó incluso al convertirse en Papa. Su legado se define por la coherencia entre palabra y acción, así como por el intento de construir una Iglesia más abierta, inclusiva y comprometida con los desafíos de la humanidad contemporánea.