Teherán ha devuelto el golpe. Apenas 24 horas después del ataque estadounidense contra instalaciones nucleares iraníes, Irán ha lanzado este lunes una operación con misiles de represalia contra la base aérea de Al Udeid, en Qatar, la mayor instalación militar estadounidense en Oriente Próximo. La ofensiva, bautizada como ‘Anuncio de Victoria’, fue anunciada por el ejército iraní como “potente y devastadora” y se produce en un momento de máxima tensión tras el giro intervencionista de Washington.
La acción ha elevado aún más la tensión en la región. El Ministerio de Defensa de Qatar aseguró que sus defensas interceptaron con éxito los misiles y que no se han producido víctimas. Aun así, varios residentes en Doha reportaron explosiones y ráfagas de disparos, según informó la cadena catarí Al Jazeera. La base de Al Udeid alberga a unos 10.000 soldados estadounidenses y es un nodo clave del Comando Central de EE. UU. (CENTCOM) en la región.
Poco antes del ataque, Irán cerró su espacio aéreo y avisó por canales diplomáticos a la Administración Trump de que se disponía a responder, según reveló el medio estadounidense Axios. En su comunicado oficial, las Fuerzas Armadas iraníes señalaron que “las bases regionales de EE. UU. no son una fortaleza, sino una espina clavada en el costado del régimen belicista”, y subrayaron que se ha utilizado el mismo número de bombas que las empleadas por Washington en el bombardeo del domingo.
Escenarios de respuesta
La Casa Blanca confirmó que el presidente Donald Trump se encuentra reunido en la situation room con altos mandos del Departamento de Defensa para monitorizar la situación en Al Udeid. Fuentes cercanas a la administración aseguran que se están evaluando escenarios de respuesta.
Qatar, por su parte, ha suspendido temporalmente el tráfico aéreo por seguridad y ha hecho un llamamiento a la calma. “El espacio aéreo y el territorio del Estado de Qatar son seguros”, insistió el Ministerio de Defensa, que pidió a la ciudadanía informarse solo por canales oficiales. Emiratos Árabes Unidos y Bahréin también han cerrado su espacio aéreo, y en Siria las tropas estadounidenses han sido puestas en alerta máxima ante la posibilidad de nuevos ataques.
“El espacio aéreo y el territorio del Estado de Qatar son seguros”.
La operación iraní marca un nuevo punto de inflexión en una escalada en Oriente Próximo que amenaza con extenderse más allá de las fronteras de Israel, Irán y Estados Unido. La aparente coordinación previa con Qatar y la ausencia de víctimas directas parecen indicar que Irán ha optado por una respuesta medida pero simbólicamente contundente: golpear sin provocar una guerra abierta, al menos por ahora.
La pregunta que se impone es si Washington interpretará este ataque a Irán como un límite cruzado o como parte del juego de equilibrios en la guerra de disuasiones que parece haber comenzado con una tensión creciente en Oriente Próximo.