India y Rusia son dos potencias mundiales que durante los últimos meses han demostrado de lo que son capaces. Por un lado, India este 2023 ya superó a China como país más poblado de la Tierra. Por otro, Rusia, que no ha dudado en provocar un efecto dominó geopolítico tras su «operación militar» en Ucrania y haberse expuesto ante sus aliados. De una manera u otra, India y Rusia se necesitan y la guerra en Ucrania ha reforzado sus lazos.

Además de Pekín, Moscú ha encontrado en Nueva Delhi un aliado durante las últimas décadas. Sin embargo, la aspiración de India por convertirse en una superpotencia equiparable a Estados Unidos y China, hacen que su relación con Vladimir Putin se vuelva cada vez más compleja.

Conflicto entre Rusia y Ucrania, clave

Al igual que China, India se niega a tomar partido en conflicto en Ucrania, no condenan la invasión, pero tampoco la avalan. A pesar de las presiones estadounidenses para que India se posicione en el bando occidental y sus valores. No obstante, su histórico lazo con la URSS y después Rusia, hacen que sus interés económicos pasen por importante transacciones comerciales, como el suministro de sistemas sofisticados de armas para sus submarinos de propulsión nuclear, misiles hipersónicos y otros equipos militares.

Debido a las sanciones occidentales al suministro de hidrocarburos rusos, India ha aumentado sus adquisiciones a Moscú, sobre todo, de petróleo a bajo coste.

El 60% de las importaciones indias de armas provienen de Rusia, un dato que conviene reseñar para entender la magnitud de esta relación. Debido a las sanciones occidentales al suministro de hidrocarburos rusos, India ha podido aumentar sus adquisiciones a Moscú, sobre todo, de petróleo a bajo coste.

Corredor comercial entre Rusia, Irán e India

Además, la estrecha relación de Rusia con Irán resulta fundamental para entender la intención de los países implicados de crear un corredor a través de los tres países, a través del cuál seguir afianzando sus intercambios comerciales. Con todo ello, Vladimir Putin ha encontrado en su homólogo indio, Narendra Modi, un refugio para recuperarse económicamente de las sanciones que han sacudido su economía ante el gran esfuerzo bélico que está realizando en Ucrania.

Las alianzas parecen mantenerse en el tiempo, pero el panorama internacional pende de un hilo y cualquier movimiento puede ser susceptible en el complejo tablero de la geopolítica y la diplomacia.