La labor de los equipos que forman parte de la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Universitario General de Villalba, integrado en la red pública madrileña, está basada en una estrategia dirigida a controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente, también a nivel social, psicológico y espiritual, completando así los tratamientos médicos prescritos. Para ello, existen equipos específicos, atendiendo a la edad y tipo de patología del paciente, que permiten ofrecer un abordaje integral e individualizado.
Tal como indica Paloma Díaz de Herrera, enfermera de la Unidad de Cuidados Paliativos del hospital villalbino, “el seguimiento y la atención deben ser muy estrechos porque se trata de pacientes cuya situación puede ser muy cambiante, incluso a lo largo de un mismo día”. Por ello, siendo áreas de trabajo multidisciplinar, lo que permite atender las necesidades de los pacientes desde múltiples perspectivas, como la médica, la psicológica o la social, “la Enfermería también tiene un papel fundamental en estas unidades -añade-, puesto que están permanentemente al lado del paciente”.
En este sentido, Díaz de Herrera, cree necesario “considerar la asistencia temprana en las unidades de Cuidados Paliativos cuando a una persona se le diagnostica una enfermedad con pronóstico incurable, sin esperar al avance de la patología, ya que esto permite a los profesionales actuar con mejores resultados”.
Procedimiento
Así, explica cómo cuando un paciente ingresa en esta unidad, generalmente monitorizado, se intenta limitar la dependencia de los equipos y enfocar más la atención en el control de los síntomas, con el objetivo de evitar el dolor o la disnea, entre otros. En estos casos, “el apoyo de la tecnología es clave, pero el valor del personal humano del servicio cobra un protagonismo aún mayor”, añade.
Y es que, si la humanización de la asistencia es importante en cada momento de una enfermedad o proceso de salud, y en todos los servicios, en los Cuidados Paliativos es, si cabe, todavía más relevante. “Empatizar con la situación de cada paciente y de sus familiares es esencial”, insiste Díaz de Herrera, explicando que en esta unidad del hospital villalbino está establecido un “binomio de atención, porque tan importante es atender al paciente como a las necesidades, dudas y preocupaciones de sus familiares, que conviven con el proceso, y el sufrimiento y temor que conlleva”.
Asimismo, destaca la importancia de la coordinación de la atención en los Cuidados Paliativos con la de otros ámbitos asistenciales, como Atención Primaria y los equipos de soporte de Atención Paliativa Domiciliaria (ESAPD), para garantizar la continuidad de cuidados y una adecuada transición del paciente entre los distintos ámbitos asistenciales.