Especialistas del Hospital Universitario Infanta Elena ayudan a los pacientes oncológicos a mejorar su salud sexual

El taller formativo ahondó en las consecuencias de los tratamientos y la enfermedad en la salud sexual de los pacientes, que afectan tanto a mujeres como a hombres, y cuyo abordaje es clave para mejorar su calidad de vida

La Doctora María Bordés Infantes, jefa del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario Infanta Elena.

Los procesos oncológicos conllevan una gran repercusión a nivel emocional y físico que, en ocasiones, produce también un importante impacto en la salud sexual de los pacientes. Por este motivo, el Hospital Universitario Infanta Elena, hospital público de la Comunidad de Madrid, ha celebrado recientemente un “Taller de sexualidad para pacientes oncológicos”, enmarcado en su “Escuela de cuidados del paciente oncológico 2023”, con el objetivo de que los pacientes y sus parejas puedan conocer todo aquello relacionado con el ámbito sexual, dentro del contexto de su patología oncológica, así como los síntomas que pueden tener debido a los tratamientos que reciben y las herramientas disponibles para minimizarlos al máximo.

La Doctora María Bordés Infantes, jefa del Servicio de Ginecología y Obstetricia del hospital valdemoreño, abrió la jornada hablando sobre la salud sexual en la mujer con cáncer y explicando que todos los procesos oncológicos tienen una repercusión emocional, tanto en el paciente como en su entorno.

En concreto, el cáncer ginecológico y el de mama están directamente relacionados con la esfera sexual debido a que los tratamientos van dirigidos a los tejidos, glándulas y órganos que participan en la sexualidad. Desde el punto de vista ginecológico, las consecuencias hacen que la imagen corporal, en ocasiones, se vea muy afectada con cicatrices visibles, estomas, deformidad en los senos, ausencia mamaria, así como efectos propios del tratamiento quimioterápico como la caída del cabello, las cejas o las pestañas.

Por otro lado, los tratamientos locales o la cirugía, con o sin radioterapia asociada, conllevan dolor en las relaciones sexuales (dispareunia). Un escenario al que se suman, tal y como añadió la especialista, “los tratamientos que utilizamos para curar o cronificar la enfermedad, no exentos de efectos secundarios que merman la salud sexual del paciente”

Salud sexual en varones

También los pacientes varones pueden ver afectada su salud sexual con motivo del proceso de la enfermedad o de su abordaje, tal como pusieron de manifiesto los doctores Carlos Simón Rodríguez, jefe asociado del Servicio de Urología del Infanta Elena, y Ramón Arnaiz Pérez, urólogo de la Unidad de Andrología del hospital valdemoreño, quienes incidieron en que el cáncer y sus tratamientos tienen un impacto negativo en la sexualidad del hombre, ya que la ansiedad, la angustia o la incertidumbre que provoca el diagnóstico disminuyen notablemente la libido.

En la parte más orgánica, todos los tratamientos, ya sean de cirugía, quimioterapia, radioterapia o inmunoterapia, pueden afectar negativamente a la erección, además de producir síntomas como cansancio, molestias, trastornos urinarios o digestivos que dificultan las relaciones sexuales. Los tratamientos del cáncer de vejiga, próstata y recto son los que más impacto tienen en la disminución de la erección y la eyaculación.

Retomar la vida sexual

El urólogo explica que, “pese a que los primeros meses, la sexualidad queda en un segundo plano, cuando el paciente tiene un control sobre los tratamientos desea volver a incorporar el estilo de vida que llevaba previamente”, por lo que el abordaje oncológico se debe hacer desde el punto de vista psíquico y orgánico.

En este sentido, los sexólogos son los profesionales encargados de cuidar la parte psíquica, indica el Doctor Arnaiz, recordando que “retomar la actividad sexual es positivo porque mejora la calidad de vida y no daña ni empeorara el curso de la enfermedad”. En cuanto a la parte orgánica, existen tratamientos eficaces que pueden corregir completamente la erección: según el origen y la severidad de la disfunción eréctil, se pueden prescribir fármacos orales, locales y, en caso de que no sean suficientes, existen cirugías de implantes de prótesis de pene para facilitar la erección.

Los pacientes del hospital valdemoreño cuentan, además, con el apoyo de voluntarios de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), que los acompañan durante el tratamiento oncológico y les informan sobre las diferentes opciones disponibles para el síndrome genitourinario, una de las mayores limitaciones en el plano sexual. Además, ponen a disposición de los afectados talleres de uso de pelucas, colocación de pañuelos y autocuidado de la piel, entre otros temas de interés.

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