Aharon Haliva, hasta ahora jefe de la inteligencia militar de Israel, ha presentado su renuncia tras los errores de inteligencia que permitieron el ataque de Hamás del 7 de octubre, el más mortífero en la historia de Israel. En su carta de renuncia, Haliva expresó el profundo dolor que lleva consigo desde el día del ataque. «Llevo ese día negro conmigo desde entonces, día tras día, noche tras noche. Llevaré conmigo el horrible dolor de la guerra para siempre», escribió.
Haliva es el militar de mayor rango en dimitir tras los ataques y ha reconocido que no estuvo a la altura de las responsabilidades confiadas. El ataque tomó por sorpresa a las fuerzas de seguridad de Israel, a pesar de múltiples advertencias previas, resultando en la muerte de unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y la toma de 253 rehenes.
Las críticas y la presión pública han ido en aumento, con manifestaciones en las calles exigiendo respuestas y acciones por parte del gobierno. El ex jefe de la inteligencia militar israelí ha pedido la creación de una comisión estatal de investigación para analizar de manera exhaustiva los fallos que llevaron a los trágicos eventos.
Otras figuras de alto rango, como Yehuda Fuchs y el teniente general Herzi Halevi, han reconocido su parte de responsabilidad, aunque han decidido mantenerse en sus puestos durante la guerra en Gaza. El primer ministro, Benjamín Netanyahu, también ha sido objeto de críticas, aunque ha rechazado dimitir y ha descartado la posibilidad de elecciones anticipadas, a pesar del descontento generalizado y la caída de su popularidad.