El Ministerio de Exteriores de Rusia ha advertido al Reino Unido sobre posibles ataques a sus bases militares, tanto dentro como fuera de Ucrania, en caso de que Kiev utilice armamento británico en operaciones contra territorio ruso. Durante una reunión con el embajador británico en Moscú, Nigel Casey, se le informó que cualquier ataque ucraniano con armamento británico podría desencadenar represalias contra instalaciones militares británicas.
Esta advertencia surge luego de las declaraciones del jefe de la diplomacia británica, David Cameron, quien afirmó que Ucrania tiene derecho a golpear objetivos en Rusia con armamento proporcionado por el Reino Unido. Rusia considera estas declaraciones como una escalada grave y una mayor implicación del Reino Unido en el conflicto.
Contradicciones
El Ministerio de Exteriores ruso entregó una protesta al embajador británico, argumentando que las palabras de Cameron contradicen las afirmaciones anteriores de que el armamento suministrado por el Reino Unido no se usaría en territorio ruso por parte del ejército de Ucrania. Se advirtió a Casey sobre las consecuencias catastróficas de tales acciones hostiles y se le instó a refutar enérgicamente las declaraciones belicosas de su jefe.
Además, el Ministerio de Exteriores de Rusia convocó también al embajador francés en respuesta a las declaraciones del presidente Emmanuel Macron, quien no descartó el despliegue de tropas de la OTAN en Ucrania si fuera necesario. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, enfatizó la necesidad de evitar una escalada verbal por parte de los representantes oficiales, tanto de Francia como del Reino Unido. Peskov señaló que estas declaraciones aumentan las tensiones en la región y dificultan la búsqueda de una solución diplomática al conflicto en Ucrania.