Josep Borrell, Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior y de Seguridad, ha manifestado sus preocupaciones sobre la Ley de Amnistía que forma parte de la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno español. Durante una conferencia de prensa tras el Consejo de Asuntos Exteriores, Borrell afirmó: «Todos los que me conocen en España y saben mi trayectoria personal y política previa pueden imaginar lo que pienso».

En una declaración inicial, Borrell había evitado mezclar su papel institucional con consideraciones personales sobre la política interna española. Sin embargo, ha asegurado que, en algún momento, expresará su opinión, aunque lo hará sin involucrar a las instituciones europeas. «Sin conocerla con detalle no me puedo pronunciar, pero sí conozco los acuerdos políticos alcanzados con dos partidos independentistas y ciertamente esos acuerdos me provocan alguna preocupación o bastantes preocupaciones lógicas», expresó el jefe de la diplomacia europea.

Opiniones socialistas contrapuestas

Esta postura crítica de Borrell marca la primera ocasión en la que un alto cargo de la Unión Europea se expresa ciertamente crítico amnistía y de los acuerdos con partidos independentistas. Mientras tanto, el comisario de Economía y socialista italiano, Paolo Gentiloni, expresó su apoyo a la estrategia de Sánchez, considerándola «perfectamente coherente» con el modelo democrático europeo durante la reunión de los socialdemócratas en Málaga.

En un giro de tono, Borrell cambió su posición al día siguiente, describiendo la amnistía como una iniciativa que busca «hacer borrón y cuenta nueva». Durante una rueda de prensa tras la reunión de ministros de Defensa de la UE en Bruselas, explicó que las amnistías históricamente representan el punto final de una fase de conflicto, y esta no es una excepción. Estas declaraciones contrastan con su postura inicial, generando un debate sobre la interpretación de la ley de amnistía y sus implicaciones tanto a nivel nacional como en la esfera europea.