Alemania

Berlín reafirma su peso estratégico en la política europea hacia Israel en plena crisis en Gaza

Mientras la crisis humanitaria en Gaza se agrava, Alemania mantiene su negativa a sancionar a Israel o reconocer el Estado palestino, consolidando su papel como actor clave en la política exterior de la UE hacia Oriente Medio

El canciller de Alemania, Friedrich Merz. Foto: ©Friedrich Merz/ X/ Oficial.

La posición de Berlín se ha convertido en un factor central para definir los límites de la acción de la Unión Europea ante la guerra en Gaza. A pesar del endurecimiento del discurso del canciller Friedrich Merz hacia el Gobierno de Benjamín Netanyahu, Berlín se mantiene firme en su negativa a reconocer el Estado palestino, a revisar el Acuerdo de Asociación UE-Israel o a respaldar sanciones directas. Esta postura, sostenida tanto por el Ejecutivo como por parte del cuerpo diplomático alemán, contribuye a frenar cualquier avance concreto en Bruselas hacia una política más coercitiva con Tel Aviv.

Desde el inicio del conflicto, Alemania ha abogado por mantener abiertos los canales de diálogo con Israel. Merz, en una de las declaraciones más críticas emitidas por un canciller alemán en tiempos recientes, ha subrayado la necesidad de “adaptar continuamente el posicionamiento y las medidas a la luz de los acontecimientos”. Sin embargo, a pesar de esta flexibilidad discursiva, Alemania se ha abstenido de unirse a iniciativas como el reconocimiento del Estado palestino, ya anunciado por Francia y el Reino Unido.

Relación histórica

La defensa de Israel continúa siendo, para Berlín, una razón de Estado. Esta relación histórica, arraigada en la responsabilidad alemana por el Holocausto, ha condicionado durante décadas la política exterior del país hacia Oriente Medio. No obstante, la magnitud de la crisis humanitaria en Gaza —acentuada por el bloqueo de ayuda y los informes de hambruna— ha generado crecientes tensiones internas. La opinión pública, los socios socialdemócratas de la coalición y sectores diplomáticos presionan a Merz para adoptar una postura más firme.

En Bruselas, la propuesta de la Comisión Europea para suspender parcialmente la participación de Israel en el programa Horizon Europe no logró avanzar esta semana, en buena parte debido a la ambigüedad de Berlín. Aunque Alemania no ha bloqueado formalmente la medida, su peso simbólico y su capacidad de arrastrar a otros Estados miembros resultan determinantes. La clave del éxito o el fracaso de esta iniciativa recae, en última instancia, en su posicionamiento.

Reevaluación táctica

El Ejecutivo alemán, no obstante, ha empezado a enviar señales de reevaluación táctica. Merz anunció recientemente un puente aéreo de ayuda humanitaria a Gaza y ha dejado abierta la posibilidad de revisar su enfoque según evolucione la situación. Mientras tanto, el ministro de Exteriores, Johann Wadephul, se desplazará a la región en los próximos días.

En un contexto en el que Israel incumple algunos compromisos adquiridos con la UE —como la entrada diaria de ayuda humanitaria y la reapertura de pasos fronterizos—, el debate sobre el alcance real de la influencia europea se intensifica. Mientras unos subrayan la necesidad de una posición unificada y firme, otros recuerdan las limitaciones estructurales de la acción exterior comunitaria.

A medio plazo, la estrategia alemana parece orientarse hacia el equilibrio: mantener su papel como aliado estratégico de Israel sin ignorar las crecientes demandas internas y europeas de una política más coherente con el respeto al derecho internacional humanitario.

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