El Banco Central Europeo (BCE) ha reducido los tipos de interés en 25 puntos básicos, dejando el precio del dinero en el 3%. Esta medida, la cuarta de 2024 y tercera consecutiva, refleja la apuesta del BCE por un enfoque gradual en la desinflación, mientras enfrenta un panorama económico complejo. Las previsiones de crecimiento en la eurozona se han revisado a la baja, situándose en un 0,7% para 2024 y un 1,1% para 2025, lo que subraya los desafíos derivados de la inestabilidad en economías clave como Alemania y Francia, además de la sombra de un recrudecimiento comercial con Estados Unidos.
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha destacado que la inflación se encuentra en vías de control, previéndose un descenso al 2% en 2025, aunque persisten presiones inflacionarias, especialmente en servicios y salarios. Los precios de los servicios subieron un 3,9% en noviembre, mientras los salarios crecieron un 5,42% interanual en el tercer trimestre, su mayor alza desde 1992. Lagarde, no obstante, enfatizó el compromiso del BCE con su objetivo de estabilidad de precios, reconociendo que “todavía no podemos cantar victoria”.
En paralelo, la reducción de los tipos ya ha beneficiado a los hogares con hipotecas a tipo variable. Con el euríbor en niveles más bajos, los titulares de estas hipotecas han ahorrado en torno a 1.500 euros anuales de media. Por otro lado, las hipotecas fijas también podrían experimentar una moderación en sus tasas para 2025, incentivando nuevas adquisiciones de vivienda.
Impacto en el crecimiento y perspectivas económicas
Las proyecciones económicas, sin embargo, dibujan un panorama sombrío. El crecimiento económico de la eurozona sigue siendo débil, especialmente comparado con Estados Unidos, que se espera crezca un 2,8% en 2024, más del triple que Europa. La situación se ve agravada por la incertidumbre política en Alemania, que celebrará elecciones clave en febrero, y la crisis institucional en Francia, que lucha por estabilizar sus finanzas públicas.
A nivel internacional, el retorno de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos añade más incertidumbre, con la amenaza de nuevos aranceles que podrían afectar negativamente al comercio europeo. Lagarde ha señalado que el proteccionismo no favorece el crecimiento y que su impacto inflacionario en Europa dependerá de cómo se apliquen las medidas comerciales.
Perspectivas para 2025
El BCE seguirá tomando decisiones “reunión a reunión”, con un enfoque basado en datos. Los mercados anticipan más recortes de tipos en 2025, hasta llegar al 2% a mediados de año. Lagarde, no obstante, evitó especular sobre cuál será el nivel neutral de los tipos, aplazando ese debate a medida que se avance en el proceso de desinflación.
Mientras los hipotecados y los consumidores se benefician de esta política monetaria expansiva, los bancos, que han disfrutado de beneficios récord en los últimos años gracias al alza de tipos, comienzan a ver un fin a esa era de rentabilidad excepcional.