El Gobierno de Estados Unidos, presidido por Joe Biden, solicitará en la ONU un «alto el fuego inmediato» en Gaza, condicionado a la liberación de los rehenes, mientras ha vetado previamente todas las propuestas de tregua. Sin embargo, el logro de esta medida no significaría el fin automático del conflicto. El secretario de Estado Antony Blinken ha anunciado la presentación de un borrador de resolución que busca este alto el fuego vinculado a la liberación de 134 rehenes en manos de las milicias palestinas en la Franja de Gaza.
Washington, aunque ha apoyado a Israel con financiación y armamento, se centra en promover un acuerdo de tregua de mes y medio para reducir la tensión y evitar una escalada de violencia en la región. El objetivo es aliviar la crisis humanitaria en Gaza, prevenir la propagación del conflicto a Cisjordania y calmar las tensiones en la frontera con Líbano.
Optimismo en Estados Unidos
Blinken se muestra optimista sobre la posibilidad de un segundo acuerdo de tregua, actualmente en negociación en Qatar. El borrador de la resolución propuesto por EE. UU. enfatiza la protección de civiles en ambos lados del conflicto, la entrega de ayuda humanitaria esencial y la continuación de los esfuerzos diplomáticos para lograr una paz duradera.
El anuncio de la Administración Biden de solicitar un alto al fuego en Gaza coincide con tensiones crecientes con el Gobierno israelí de Netanyahu, especialmente en torno a la posible invasión de Rafah y las restricciones a la ayuda humanitaria en Gaza. Netanyahu defiende la necesidad de la incursión en Rafah para eliminar a los combatientes de Hamás, mientras EE. UU. insta a buscar alternativas que minimicen el daño a los civiles.