El presidente Trump avanza en la recomposición de la presencia de TikTok en Estados Unidos tras firmar este jueves un decreto que permite a la popular plataforma seguir operando en el país. Respaldado por algunos de los principales miembros de su Gabinete en el Despacho Oval, Trump destacó el papel de importantes inversores estadounidenses, como Larry Ellison (Oracle) y Rupert Murdoch (Fox News), ambos figuras influyentes y cercanas al presidente, así como Michael Dell, CEO de Dell y reconocido donante republicano.
La nueva decisión ejecutiva representa un nuevo aplazamiento —el quinto consecutivo— de la prohibición de TikTok aprobada el año pasado por el Congreso, ofreciendo 120 días adicionales para que los inversores estadounidenses cierren un acuerdo definitivo que llevaría el control operativo de la red social a manos norteamericanas, aunque ByteDance, la matriz china, mantendría menos del 20% de la nueva empresa y la propiedad sobre el algoritmo principal. El equipo liderado por el vicepresidente J. D. Vance ha asegurado que la gestión del algoritmo quedará bajo supervisión estadounidense, reforzando la confianza nacional sobre el uso de la aplicación e insistiendo en que TikTok no se utilizará como canal de propaganda.
“Todas las ideologías serán tratadas justamente”.
Trump, en respuesta a los interrogantes sobre la pluralidad ideológica bajo la nueva dirección, afirmó que “todas las ideologías se tratará de forma justa”, aunque reconoció su preferencia personal por los contenidos favorables al movimiento MAGA. El acuerdo tomó forma tras semanas de negociaciones que involucraron al secretario del Tesoro, Scott Bessent, y contactos directos entre Trump y Xi Jinping, presidente chino, quien según Trump “dio su visto bueno” a la operación, subrayando así la importancia de la coordinación con China para evitar conflictos diplomáticos y económicos.
Sin embargo, la permanencia de ByteDance dentro del accionariado, junto a nuevos socios como Oracle, Silver Lake y la firma estatal emiratí MGX, plantea dudas legales sobre el cumplimiento estricto de la ley estadounidense, que exige la desinversión completa de intereses chinos en la red social. Sectores del Congreso mantienen reservas y anticipan que el acuerdo podría enfrentarse a desafíos judiciales, especialmente en lo relativo al control sobre los datos y la tecnología de TikTok.
El proceso, que empezó bajo la administración de Joe Biden con el respaldo bipartidista a la ley, evidencia la evolución de la postura estadounidense frente a la tecnología y la influencia extranjera, así como el esfuerzo de los líderes políticos por proteger intereses estratégicos sin cerrar las puertas a la negociación internacional. Trump cierra un círculo con este acuerdo para salvaguardar la permencia de Tiktok en territorio estadounidense.