El descarrilamiento del emblemático funicular de la Gloria en Lisboa ha conmocionado a la capital portuguesa la tarde de este miércoles, dejando al menos un muerto y una veintena de heridos, cinco de ellos en estado crítico, según las fuentes oficiales y los primeros balances del siniestro. Este medio de transporte histórico, declarado monumento nacional en 2002 y usado a diario por centenares de turistas y residentes para conectar la parte baja de la ciudad con el Barrio Alto, se ha visto implicado en uno de los accidentes urbanos más graves de los últimos años. Mientras avanzaba por su pronunciada pendiente característica, el funicular perdió el control y terminó impactando violentamente contra un edificio próximo a la avenida de la Libertad.
La escena, relatada por testigos presenciales, refleja la magnitud del accidente: una testigo detalló a medios locales que el vehículo descendió sin frenos, en una carrera desatada, hasta embestir la fachada de un inmueble, lo que provocó la destrucción casi total de la estructura del funicular y la alarma entre quienes aguardaban para subir. Las imágenes difundidas en redes sociales muestran la magnitud de los daños, con el vagón envuelto en humo y equipos de emergencia movilizados para asistir a las víctimas y evacuar la zona.
Labores de rescate e identificación
Protección Civil y los bomberos de Lisboa han trabajado durante horas en las operaciones de rescate, y las autoridades no descartan que la cifra de víctimas pueda modificarse conforme avanza la labor de identificación y atención de los heridos. La prensa portuguesa, que ofrece cifras dispares sobre el balance final, subraya la gravedad del suceso y recuerda que se trata de una de las líneas más antiguas y populares entre los visitantes de la ciudad.
El presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, ha expresado su “profundo pesar” por el accidente, así como su solidaridad con las familias afectadas, y ha pedido cautela mientras se esclarecen las causas del descarrilamiento. Ingenieros y responsables municipales ya han iniciado una investigación técnica para identificar posibles errores en el sistema de frenos y mantenimiento, determinantes en una infraestructura que ya había registrado antecedentes. No es la primera vez que el ascensor Gloria sufre contratiempos: en 2018, otro incidente asociado a fallos mecánicos provocó la paralización temporal del servicio, aunque entonces no hubo víctimas.