Sudáfrica ha acusado este jueves al Gobierno de Israel de cometer «actos genocidas» en Gaza y ha solicitado al Tribunal Internacional de Justicia (TIJ) de la ONU medidas cautelares para poner fin a la ofensiva militar israelí en la Franja. La demanda, presentada por el Gobierno de Pretoria, destaca que estas medidas son de carácter urgente, considerando que este es «el primer genocidio de la historia documentado en tiempo real por sus propias víctimas».
El TIJ, con sede en La Haya, no necesita confirmar la comisión de genocidio para emitir una orden provisional. La solicitud de Sudáfrica se basa en la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio de 1948, suscrita por ambos países. La acusación sudafricana señala específicamente la incitación al genocidio por parte del «más alto nivel» del Gobierno israelí, subrayando que el derecho a la legítima defensa no puede justificar actos de esta índole.
«Genocidio grabado por sus víctimas en directo»
La sesión en el tribunal internacional contó con intervenciones de expertos sudafricanos, destacando la abogada Adila Hassim, quien afirmó que las acciones de Israel muestran «un patrón sistemático de conducta» que sugiere la comisión de un genocidio en Gaza. La abogada irlandesa Blinne Ní Ghrálaigh describió el horror en los hospitales gazatíes, donde se realizan procedimientos médicos sin anestesia, y señaló que la situación actual es el «primer genocidio grabado por sus víctimas en directo».
Israel presentará sus argumentos el viernes, pero ya ha rechazado las acusaciones calificándolas de «gran muestra de hipocresía». El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó que su país no tiene la intención de ocupar Gaza ni desplazar a la población, insistiendo en que luchan «contra terroristas de Hamás, no contra la población palestina».
El caso, que tiene un inevitable componente político, podría demorarse años si progresa más allá de las medidas cautelares. Los jueces del TIJ deberán decidir si las pruebas presentadas por Sudáfrica ante la ONU indican la posibilidad de un genocidio por parte de Israel. Las medidas cautelares requieren cumplimiento obligatorio, dado que ambos países se integran como miembros de las Naciones Unidas y partes de la Convención contra el Genocidio.