El debate político celebrado en RTVE, moderado por el periodista y presentador Xabier Fortes, a tres días de las elecciones generales, fue un campo de batalla en el que los candidatos Pedro Sánchez y Yolanda Díaz formaron equipo frente a Santiago Abascal, y en ausencia de Alberto Núñez Feijóo, a pesar de ir por delante en casi todas las encuestas.
Tras el enfrentamiento previo entre Sánchez y Feijóo, así como el sucesivo debate a siete con los portavoces parlamentarios celebrados la semana pasada, la noche del debate final en RTVE estuvo cargada de momento de dureza verbal, especialmente en los intercambios entre Díaz y Abascal. Sin embargo, estas tensiones se verbalizaron de una manera mucho más sosegada y con menos interrupciones que el cara a cara de la semana pasada.
Sánchez, actual presidente, y su vicepresidenta Díaz, proyectaron su propósito de continuar su alianza política de izquierdas, centrando sus críticas en el ausente Feijóo y en Abascal, quien se erigió como portavoz de la derecha. Abascal fue el encargado de abrir el debate, iniciándolo con acusaciones de mentiras y manipulaciones hacia sus contrincantes. Pero estos ataques no se tradujeron en un tono elevado de confrontación.
Violencia machista, punto de fricción
En cambio, fue Díaz quien tomó una actitud más combativa y desafiante frente a Abascal. La violencia contra las mujeres fue uno de los temas que produjo los momentos más controvertidos del debate. Abascal criticó enérgicamente la ley del solo sí es sí y la ley trans. Díaz, por su parte, no tardó en contraatacar con acusaciones y demandas de disculpas al líder de Vox.
El atril ausente de Feijóo
Sánchez y Díaz no perdieron oportunidad para señalar la silla vacía de Feijóo. El presidente enfatizó que el líder del PP se ausentó por temor a hacerse responsable de sus afirmaciones anteriores y por vergüenza de compartir escenario con Abascal. Díaz prometió que sería «la última vez que un candidato se ausente de un debate» y afirmó que promoverá una reforma para hacer la asistencia obligatoria a estas citas televisivas.
Diferencias entre Sánchez y Díaz
Pese a que los cruces entre la dupla Sánchez-Díaz y Abascal destacaron notablemente en el transcurso del debate final de RTVE, los dos candidatos progresistas también escenificaron algunas diferencias. La rivalidad entre la izquierda y la extrema derecha estuvo latente durante toda la noche, pero las discrepancias se mantuvieron dentro de un tono amable.
Asimismo, Sánchez y Díaz destacaron la intención de repetir su acuerdo y cooperación, incluso a pesar de las diferencias en temas como la vivienda o la edad de jubilación, puntualizadas en algunos momentos por la candidata de Sumar. Pese a ello, las diferencias se diluyeron de forma amable con los continuos tuteos y gestos que los dos candidatos progresistas no dudaron en mostrar a la audiencia.
La asertividad de la coalición progresista frente a las dudas del pacto conservador.
Al cierre del debate, Feijóo fue tanto el ausente como el presente. Aunque no participó físicamente, su presencia simbólica fue un tema recurrente en las intervenciones de los líderes de la izquierda, mientras que Abascal apenas se refirió al PP. La coalición entre PSOE y Sumar está garantizada si los números dan para reeditar el gobierno de coalición. Sin embargo, el pacto entre PP y Vox todavía suscita algunas dudas. Pese a haber consumo múltiples acuerdos a nivel autonómico, todavía no queda claro qué ocurrirá en el caso de que el resultado de las elecciones generales 23-J facilitaran una coalición conservadora.