Dos días seguidos de cruentas protestas en Georgia fuerzan al principal partido del país, Sueño Georgiano, a retirar la polémica ley de agentes extranjeros, inspirada en la legislación rusa para mediar con medios de comunicación y organizaciones no gubernamentales, según apunta El País.
“Como partido de gobierno responsable con cada miembro de la sociedad, hemos decidido retirar incondicionalmente esta ley ”, dijo el partido del gobierno, Sueño Georgiano, en un comunicado. La oposición no se fía y ha anunciado que mantendrá las protestas.
El proyecto sobre la llamada “ley de transparencia de la influencia extranjera” iba dirigido a las organizaciones sin ánimo de lucro y los medios de comunicación que reciben más del 20 % de sus fondos del extranjero. De haberse aprobado la ley, esas organizaciones tendrían que estar inscritas en una lista controlada por el gobierno, o en caso contrario, enfrentarse a multas.
Por una parte, Sueño Georgiano, partido político en el poder, defendió la ley escudándose en defender a la Iglesia Ortodoxa Georgiana, ente con mucha influencia en un país de 3,7 millones de habitantes. Por otro lado, la oposición acusa al gobierno de inspirarse en la legislación rusa de Vladimir Putin para aumentar el control sobre la sociedad civil.
Según publica La Vanguardia, el Parlamento de Georgia aprobó el proyecto de ley de agentes extranjeros en primera lectura el martes 7 de marzo. Durante las deliberaciones, los diputados del partido gobernante y de la oposición llegaron a las manos. Entonces comenzaron las primeras protestas en la calle.