El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha anunciado la convocatoria de elecciones anticipadas en Cataluña para el próximo 12 de mayo. Esta decisión histórica llega tras un periodo de intensas negociaciones políticas y la incapacidad de aprobar los presupuestos acordados con el PSC, lo que ha llevado a Aragonès a disolver el Parlament y anticipar los comicios, nueve meses antes de la fecha prevista para el fin de la legislatura.
El proceso se desencadenó después de que el proyecto de presupuestos de 2024, cuyo contenido había sido pactado con el PSC, no lograra el respaldo necesario en el Parlament. A pesar de contar con el apoyo de su propio grupo y del PSC, así como de un diputado del Grupo Mixto, la falta de un voto decisivo llevó al presidente a reconocer el bloqueo y asumir la responsabilidad ante la situación.
El conflicto se vio exacerbado por la cuestión del megacasino del Hard Rock, que se convirtió en un punto crucial en las negociaciones presupuestarias. Las diferencias entre los partidos sobre este proyecto, especialmente entre el PSC y los comunes, generaron un clima de tensión que finalmente desembocó en la imposibilidad de alcanzar un acuerdo.
La clave de los presupuestos
Ante este escenario de bloqueo político, Aragonès ha defendido la convocatoria electoral como la única opción para hacer avanzar a Cataluña sin inmovilismos. La falta de respaldo en el Parlament, evidenciada por el resultado ajustado de las votaciones sobre las enmiendas a la totalidad, ha precipitado la decisión de adelantar los comicios y permitir que el pueblo catalán decida el rumbo político de la región.
La convocatoria electoral ha sorprendido a algunos partidos, como Junts, que aún no ha definido su candidato, y llega en un momento de debate interno en varias fuerzas políticas. Aragonès ha marcado al exministro Salvador Illa, del PSC, como su rival directo en la contienda electoral, describiendo la elección como una decisión entre un proyecto «conformista» y «anclado en el pasado» frente a uno «plenamente republicano» con el horizonte de decidir en libertad el futuro de Cataluña.
Este adelanto de las elecciones en Cataluña añade una nueva dimensión a la política regional y plantea desafíos significativos para todos los partidos involucrados, en un momento crucial para el futuro de la región y su relación con el resto de España.