El gobierno de Italia, encabezado por Giorgia Meloni, ha anunciado este martes un impuesto temporal del 40% sobre los beneficios extra que han obtenido los bancos en el primer semestre de 2023. La medida, que afecta al margen de interés neto de las entidades financieras, pretende recaudar más de 2.000 millones de euros para las arcas públicas.
El viceprimer ministro Matteo Salvini explicó en una rueda de prensa que el impuesto se aplicará sobre “los multimillonarios beneficios extra de los bancos”, que según él son resultado de la diferencia entre los tipos de interés de los préstamos y los depósitos. “No estamos hablando de unos pocos millones, sino… de miles de millones”, afirmó Salvini, según Reuters.
La decisión se tomó en la última sesión nocturna del gabinete antes de las vacaciones de verano, y forma parte de un paquete de medidas que abarcan desde las licencias de taxi hasta la inversión extranjera, informa Bloomberg.
La noticia ha causado un fuerte impacto en los mercados, y las acciones de los bancos italianos y europeos han sufrido caídas este martes. Los analistas consideran que el impuesto puede afectar negativamente a la rentabilidad y la solvencia del sector financiero italiano, que ya se enfrenta a varios retos como la morosidad o la digitalización.
Medidas similares en otros países
Con el impuesto a los beneficios extraordinarios de la banca, Italia se suma a países como España, Francia y Reino Unido, donde han aplicado gravamenes similares. España aprobó este año un impuesto del 4,8% sobre los intereses y comisiones de las entidades financieras que obtengan beneficios extraordinarios.
Por su parte, Francia tiene sobre la mesa la propuesta de un impuesto del 10% sobre los beneficios extraordinarios de las empresas que superen los 250 millones de euros de facturación, incluyendo a los bancos. Reino Unido aplica una medida similar a la francesa, aplicando un impuesto del 8% a los beneficios de las entidades financieras que superen las 25 millones de libras esterlinas.