El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, visita Irlanda del Norte, donde ha tenido un encuentro bilateral con el primer ministro de Reino Unido, Rishi Sunak. Durante su viaje, el norteamericano ha elogiado el Acuerdo de Viernes Santo y ha recordado que la paz no es algo que se pueda dar por sentado. Biden ha subrayado que se debe seguir trabajando para mantener la paz y la estabilidad en la región.
El Acuerdo de Viernes Santo cumple 25 años de unas negociaciones en las que se puso fin a tres décadas de violencia sectaria en Irlanda del Norte. No ajeno al contexto de tensión en la región, el mandatario estadounidense ha tirado de retórica para recordar a las fuerzas políticas que su futuro depende del restablecimiento de la normalidad institucional.
Biden tampoco perdió la oportunidad de tender puentes con el Gobierno de Rishi Sunak. Ambos mandatarios habían compartido un té de trabajo en la mañana del miércoles durante el que, según contó el primer ministro, analizaron “las oportunidades económicas” y su “ambición compartida de ver las instituciones norirlandesas de nuevo en marcha”.
Gesto diplomático
No obstante, el gesto diplomático más nítido del norteamericano hacia Londres con el refrendo de Biden a la reciente renegociación entre Reino Unido y la Unión Europea por el post-Brexit para Irlanda del Norte, el llamado Acuerdo Marco de Windsor. El mismo que el estadounidense ha vinculado con el Acuerdo de paz de Viernes Santo para abogar por el fin de las fricciones entre bloques políticos.
El encuentro entre Biden y Sunak, volvió a dejar patente las buenas relaciones diplomáticas que disfrutan ambos países. Reino Unido y Estados Unidos gozan de buena sintonía, pese a algunas cuestiones pendientes como el acuerdo de libre comercio entre Londres y Washington, uno de los objetivos que el gobierno británico mantenía como objetivos tras el Brexit.