Israel ha expresado su sorpresa y desacuerdo con la postura adoptada por los gobiernos de Bolivia, Chile y Colombia, tras manifestar su rechazo a la ofensiva militar en curso en la Franja de Gaza. En respuesta a la reciente escalada del conflicto, Bolivia rompió relaciones diplomáticas con Israel, mientras que Chile y Colombia convocaron a consultas a sus embajadores en el país de Oriente Próximo.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, junto con altos funcionarios gubernamentales, ha emitido comunicados oficiales en los que se cuestiona enérgicamente la decisión de estos países latinoamericanos. Israel considera que la postura adoptada por Bolivia, Chile y Colombia implica un alineamiento con la organización Hamas y el régimen iraní, lo que ha generado una creciente tensión diplomática en la región.
La reacción del gobierno israelí se ha caracterizado por afirmar su derecho a la defensa y subrayar que su accionar militar responde a la necesidad de contrarrestar las amenazas provenientes de Hamas. Asimismo, Israel ha enfatizado la importancia de que los países latinoamericanos condenen explícitamente el accionar terrorista de Hamas, resaltando las víctimas civiles, incluyendo a ciudadanos de Colombia, Chile y otros países de la región.
Israel mantiene su ofensiva en Gaza
Por otro lado, la comunidad internacional, incluyendo la Liga Árabe y la Unión Africana de Naciones, ha instado a Israel a considerar una pausa humanitaria para permitir el acceso de asistencia crucial a la población palestina afectada por el conflicto. Sin embargo, Israel ha reiterado su compromiso de continuar con sus operaciones militares en la región, alegando la necesidad de proteger a sus ciudadanos y hacer frente a las amenazas terroristas.
A pesar de los llamados internacionales para detener la violencia y la creciente presión diplomática, Israel ha mantenido su posición firme, intensificando su presencia militar en la Franja de Gaza. Mientras tanto, los esfuerzos por lograr una resolución en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas continúan sin éxito, dejando en evidencia la complejidad y la urgencia de la situación en la región.