La Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) publicó la semana pasada el informe sobre el estado de la central de Zaporiyia, la mayor planta nuclear de Europa. El informe de la OIEA califica la situación es «insostenible» y piden el establecimiento «urgente» de una zona de seguridad en torno a la central nuclear de Zaporiyia. La presencia de material militar ruso ha provocado nuevos cruces de acusaciones entre Kiev y Moscú.
Además de pedir el fin del conflicto, la agencia nuclear de la ONU ha evitado lanzar acusaciones críticas con Rusia o Ucrania. «A la espera del fin del conflicto y del restablecimiento de condiciones estables», el informe señala la necesidad de «adoptar medidas provisionales para prevenir un accidente nuclear», según la OIEA que publicó el pasado martes.
Presencia de material militar
El organismo se mostró preocupado en varias deficiencias que anotó durante su última visita. Una de ellas, la presencia de material y personal militar ruso. Después, el involucramiento de representantes de la empresa estatal nuclear rusa Rosatom, que interfiere en las «líneas normales de mando o autoridad operativa»; y el deterioro de elementos de la planta, así como la dificultad técnica para repararlos.
De estas dificultades y otras se desprenden 7 recomendaciones del OIEA. El ente de energía atómica instó a que se aseguren el funcionamiento de los sistemas de seguridad y de operación física; que se restablezcan un entorno de trabajo adecuado para el personal y el sistema de suministro de energía externo, a la vez que culminen las operaciones militares que lo ponen en riesgo.
El documento, referido a Ucrania, pero cuyo foco principal es la central de Zaporiyia, muestra fotografías de los daños sufridos por las instalaciones durante la guerra. No obstante, los niveles de radiación se mantienen, pese a todo, dentro de lo normal, según el OIEA.
«Estamos jugando con fuego y algo tremendamente catastrófico puede ocurrir».
Tras publicar el informe, el director general de la OIEA, Rafael Grossi, ha expuesto sus conclusiones ante el Consejo de Seguridad de la ONU, compuesto por 15 países miembros, entre los que se encuentra Rusia. “La integridad de la central ha sido violada, ha ocurrido y sigue ocurriendo, voluntaria o involuntariamente y que yo he podido ver personalmente, es simplemente inaceptable». «Estamos jugando con fuego y algo tremendamente catastrófico puede ocurrir”, ha afirmado Grossi por videoconferencia