España, el Reino Unido y la Comisión Europea han alcanzado un acuerdo político de gran calado que redefine el futuro de Gibraltar tras el Brexit. Este pacto, cerrado en Bruselas tras más de tres años de negociaciones, establece las bases para la plena integración del Peñón en el espacio Schengen y en el mercado interior europeo, al tiempo que elimina la frontera física que lo separaba de La Línea de la Concepción (Cádiz).
El acuerdo contempla la demolición de la Verja y la supresión de todos los controles sobre personas y mercancías en la frontera terrestre, a cambio de establecer un sistema de doble control en el puerto y el aeropuerto de Gibraltar. Allí, los viajeros serán supervisados conjuntamente por la policía gibraltareña y las autoridades españolas, encargadas de velar por el cumplimiento de las normas Schengen.
Más allá del ámbito fronterizo, el pacto sienta las bases para una futura unión aduanera entre la UE y Gibraltar y recoge principios de convergencia fiscal, especialmente en sectores sensibles como el tabaco y los servicios empresariales. A pesar de las reticencias iniciales, también se han consensuado fórmulas de cooperación en materia de ayudas estatales, fiscalidad, medio ambiente, seguridad social y derechos laborales.
Integración
El acuerdo busca favorecer la prosperidad compartida entre Gibraltar y el Campo de Gibraltar. Se prevé la creación de mecanismos financieros para impulsar la formación y el empleo en la región, así como instrumentos de coordinación medioambiental obligatoria en cuestiones como los vertidos. También se contempla la posibilidad de operar vuelos comerciales entre Gibraltar y otros destinos europeos, reforzando la conectividad del Peñón.
Aunque no afecta al debate sobre la soberanía, el acuerdo “preserva las respectivas posiciones jurídicas” de España y Reino Unido, según subraya el comunicado conjunto. Londres, por su parte, ha recalcado que mantiene el control sobre la inmigración en Gibraltar y la plena autonomía de sus instalaciones militares.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha calificado el pacto como un “hito histórico” que refuerza la estabilidad y la prosperidad regional. Desde el Gobierno español, el ministro de Exteriores José Manuel Albares ha celebrado el fin de la Verja como “el último muro de la Europa continental”.
Aún quedan por definir aspectos técnicos, como la redacción final del tratado y su ratificación por los parlamentos británico y europeo. Sin embargo, el consenso alcanzado marca un giro de largo alcance: Gibraltar queda conectado a Europa sin renunciar a su vínculo británico, en un modelo singular de cooperación post-Brexit.