La escalada de tensiones en los campus universitarios de Estados Unidos ha alcanzado un nuevo nivel con la represión policial de las protestas a favor de Palestina. En un giro alarmante, más de 130 estudiantes fueron arrestados en la madrugada de este jueves durante el desalojo del campamento propalestino en el campus de Los Ángeles de la Universidad de California (UCLA), luego de que los manifestantes desobedecieran las órdenes de abandonarlo.
Estas detenciones se suman a un total de 1.300 arrestos en las últimas dos semanas, lo que refleja una creciente tensión en numerosas universidades de todo el país. Desde la Universidad Estatal de Portland hasta Virginia Tech, pasando por Arizona State y Yale, las confrontaciones entre estudiantes y fuerzas del orden se han vuelto cada vez más comunes.
Presión sobre Biden
El presidente Joe Biden ha abordado la situación, defendiendo el derecho a la protesta pacífica pero condenando cualquier acto de violencia. Biden afirmó que «los estadounidenses tienen derecho a protestar, pero no el derecho a sembrar el caos», en una declaración que intenta equilibrar las demandas de seguridad con el respeto a la libertad de expresión.
Sin embargo, la tensión persiste. A pesar de los desalojos y las detenciones, los manifestantes siguen resistiendo en más de 40 universidades de todo el país, exigiendo no solo un alto el fuego en Gaza, sino también la retirada de inversiones universitarias vinculadas a empresas israelíes y transparencia en las inversiones.
Este conflicto en los campus universitarios de Estados Unidos refleja las profundas divisiones y la pasión en torno al conflicto en Oriente Medio con el foco sobre Palestina, mientras que las autoridades académicas luchan por mantener la seguridad y la estabilidad en sus instituciones educativas.