Un ataque ucraniano a la ciudad rusa de Bélgorod ha dejado un saldo de cinco muertos y 18 heridos, en un momento en el que se intensifican los ataques con misiles entre Ucrania y Rusia. El gobernador de la región de Kursk, Roman Starovoit, reportó que el ataque con misiles de esta mañana impactó un centro comercial y un polideportivo escolar. El Ministerio de Defensa de Rusia anunció que sus sistemas de defensa aérea interceptaron catorce misiles sobre la región de Bélgorod, ubicada a unos 40 kilómetros de la frontera con Ucrania, utilizando para el ataque un sistema de lanzamiento múltiple de cohetes RM-70 Vampire.
Este enfrentamiento sigue a una serie de ataques rusos con misiles balísticos y de crucero contra Ucrania durante la madrugada, afectando diversas regiones en respuesta a un ataque nocturno en el noreste de Ucrania que resultó en la muerte de cuatro personas. Bélgorod ha sido un blanco frecuente de ataques ucranianos, desmintiendo las afirmaciones del presidente ruso Vladimir Putin sobre la normalidad de la vida en Rusia pese al conflicto.
En Ucrania, el ataque ruso nocturno contra la ciudad de Chujúyiv, en la región de Járkov, hirió a cinco personas, según el gobernador regional. Además, Rusia dirigió misiles misiles contra Kiev, así como contra las regiones de Zaporiyia y Lviv. La fuerza aérea ucraniana logró interceptar 13 de los 26 misiles lanzados en todo el país.
Combate de trincheras y artillería
El conflicto entre Rusia y Ucrania ha evolucionado hacia un estancamiento caracterizado por combates de trincheras y artillería a lo largo de una línea de frente de 1.500 kilómetros. El bombardeo ruso del jueves destacó por la dispersión geográfica de sus objetivos y la variedad de misiles utilizados, incluyendo los Iskander, Kalibr, misiles guiados de aviación y misiles antiaéreos S-300 adaptados.
En el contexto internacional, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha anunciado su intención de viajar a Francia para firmar un acuerdo con el presidente francés Emanuel Macron, antes de dirigirse a Berlín para reunirse con el canciller alemán Olaf Scholz y participar en la Conferencia anual de Seguridad de Múnich, donde también sostendrá encuentros bilaterales con líderes europeos, incluida la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris, y empresarios.