El pasado domingo, Chile presenció un episodio político crucial al rechazar, por segunda vez en un año, la propuesta de una nueva Constitución. Con el 98,61% de los votos escrutados, la opción del rechazo se impuso con un 55,75% frente al 44,25% a favor de la propuesta de cambio. Este resultado significa que la Constitución instaurada por el dictador Augusto Pinochet en 1980, posteriormente reformada por el socialdemócrata Ricardo Lagos en 2005, seguirá vigente.
La propuesta de 2022, respaldada por la izquierda en torno al presidente Gabriel Boric, fue rechazada por el 62% de los votantes. La de 2023, liderada por la derecha dura de José Antonio Kast, tampoco logró avanzar.
En medio de la noche electoral, José Antonio Kast, líder de la propuesta rechazada, reconoció la derrota con una sonrisa, expresando humildemente: «Cuando perdemos, perdemos, y esta noche una gran mayoría de chilenos ha rechazado nuestra propuesta». A su vez, el presidente Gabriel Boric, instó a la unidad y al entendimiento, cerrando el proceso constitucional.
El senador Javier Macaya, figura central de la derecha, comentó: «Chile no quiere cambios constitucionales, y tampoco refundaciones. La izquierda recibió la derrota en su anhelo histórico de cambiar la Constitución». Este resultado refleja un cansancio constitucional y marca una pausa en el proceso político desatado desde el estallido social de octubre de 2019.
Eje izquierda-derecha
El líder de la propuesta rechazada, José Antonio Kast, tuvo la oportunidad de redactar una nueva Constitución al disponer de una mayoría especial en el Consejo Constitucional, pero la perdió. Por otro lado, la izquierda celebra la supervivencia de la Constitución de Pinochet, una ironía dado que su propósito era relegarla al olvido.
Este resultado denota una acumulación de fracasos tanto para la derecha como para la izquierda. La política chilena, cada vez más acelerada y enloquecida, se ve reflejada en el péndulo político que oscila entre ambas fuerzas.
En la derecha, ya se anticipan reacomodamientos políticos y pases de factura. Francisco Chahuan, líder de Renovación Nacional, felicitó a los expertos por equilibrar los textos, una clara referencia a la necesidad de equilibrar la figura de José Antonio Kast.
En el campo de la izquierda, Paulina Vodanovic, líder del Partido Socialista, celebró la derrota de la Constitución propuesta por Kast, enfatizando la necesidad de defender los derechos de las mujeres y expresando que los votos no estarán disponibles para un tercer proceso constituyente.
El resultado del domingo pasado deja a Chile marcado en la historia como el único país que ha fracasado dos años consecutivos en un plebiscito sobre una constitución, evidenciando un país dividido y desafiando a las fuerzas políticas a encontrar un terreno común para avanzar.