Las relaciones diplomáticas entre India y Canadá han alcanzado un punto crítico a raíz del asesinato de Hardeep Singh Nijjar, un influyente líder separatista sij de origen indio y ciudadano canadiense de 45 años. El fatal tiroteo ocurrió el pasado junio frente a un templo sij en Surrey, Canadá, desencadenando una serie de acusaciones mutuas que han sacudido las bases de las relaciones bilaterales entre ambas naciones.
La crisis diplomática abierta entre India y Canadá, que ha estado latente durante años debido a la cuestión del separatismo sij, se agravó aún más después de que el Gobierno canadiense insinuara la posible implicación del Estado indio en el asesinato de Nijjar. El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, declaró que existen «acusaciones creíbles que vinculan potencialmente» a la India con el asesinato, lo que provocó una enérgica respuesta por parte del Gobierno indio, que tildó tales acusaciones de «absurdas» y «motivadas».
La comunidad sij, que representa aproximadamente el 2% de la población canadiense, ha sido un punto de fricción constante en las relaciones entre ambos países. La cuestión separatista sij ha llevado a tensiones previas, como cuando Trudeau visitó la India en 2018 y la invitación a una cena en Nueva Delhi para Jaspal Atwal, un extremista indo-canadiense condenado por vínculos con grupos insurgentes sij, desencadenó un enfriamiento de las relaciones.
Una crisis que viene de lejos
Además, en 2020, Trudeau criticó la gestión de las protestas campesinas en la India por una reforma agraria, lo que generó descontento en el Gobierno indio, que pidió a Canadá que dejara de interferir en sus asuntos internos. En ese mismo año, la India acusó a Canadá de permitir que Hardeep Singh Nijjar, a quien el país asiático catalogaba como un «terrorista sij,» promoviera actividades contra la India en suelo canadiense.
El asesinato de Nijjar, ocurrido en junio de 2023, desató nuevas tensiones en medio de acusaciones de que diplomáticos indios podrían estar involucrados en el crimen. Además, en ese mismo mes, la India criticó a Canadá por la aparición de una carroza en un desfile que representaba el asesinato de la primera ministra india, Indira Gandhi, a manos de sus guardaespaldas en 1984, lo que exacerbó aún más las diferencias.
La tensión alcanzó su punto máximo durante la cumbre del G20 que tuvo lugar en Nueva Delhi en septiembre de 2023, cuando el primer ministro Trudeau mantuvo una conversación tensa con su homólogo indio, Narendra Modi, quien expresó su preocupación por la inacción de Canadá frente a los manifestantes pro-khalistan. Posteriormente, Canadá pausó su misión comercial a la India, sumándose a la paralización de las negociaciones para un importante tratado de libre comercio, profundizando la crisis diplomática entre ambas naciones.
La ministra de Exteriores de Canadá, Mélanie Joly, anunció la expulsión del jefe de la agencia de inteligencia india en Canadá (RAW) después de las graves acusaciones formuladas por el primer ministro canadiense en el Parlamento. En respuesta, el Gobierno indio expulsó a un diplomático canadiense de alto rango debido a la «creciente preocupación por la interferencia de diplomáticos canadienses en nuestros asuntos internos y su participación en actividades antindias,» según el Ministerio de Exteriores de la India.