Brasil celebró el pasado 7 de septiembre el bicentenario de la independencia de Brasil con multitudinarios actos a lo largo del país. Jair Bolsonaro y Lula da Silva han aprovechado los actos en los que han participado para reunir a sus simpatizantes a menos de 25 días para la celebración de las elecciones.
En el caso de Jair Bolsonaro, aprovechó su ventaja como presidente de Brasil para dejar su tinte electoral. «Está en juego nuestra libertad», afirmó el presidente brasileño en el Palacio de la Alborada, su residencia oficial. Antes de dirigirse hacia la Explanada de los Ministerios, Bolsonaro encabezó un desfile cívico militar en conmemoración de los 200 años de la emancipación del país de Portugal.
Acompañado del presidente de Portugal, Marcelo R. de Sousa, con quien mantuvo un encuentro bilateral en el Palacio Itamaraty, el jefe del gobierno de Brasil ha presenciado el desfile oficial de Brasilia, mientras que los presidentes de las dos Cámaras del Congreso y del Tribunal Supremo se han ausentado.
Por su parte, Lula da Silva, que encabeza las encuestas para la cita electoral de octubre, ha criticado duramente a Bolsonaro por politizar las celebraciones del bicentenario de la independencia de Brasil. «Cuando fui presidente, tuve la oportunidad de participar en dos fiestas del 7 de septiembre, uno en 2006 y otro en 2010, en pleno período electoral. Y en ningún momento usamos el día del pueblo brasileño, el día más grande de nuestro país, como instrumento de política electoral», afirmó.