A poco más de un mes de cumplir el primer año de mandato, el primer ministro de Australia, Anthony Albanese, lidera Australia después de casi diez años de gobiernos liberal-conservadores en el país. Con más de 25 años como legislador en el Parlamento, “Albo”, como se le conoce a este político de 59 años, se definió durante la campaña electoral como un “constructor”, en contraste con la admisión del otrora mandatario, el liberal Scott Morrison, de ser una “apisonadora” por su estilo intimidatorio.
Australia tiene un papel geopolítico importante en el mundo. Como socio principal de Estados Unidos y Reino Unido, Canberra ya dejó las cosas claras con la ruptura del acuerdo de venta de submarinos franceses, sustituido por Washington hace casi dos años. Con el pacto AUKUS reimpulsado para frenar a China en el Indopacífico tras la última cumbre, Albanese tiene que hacer un juego de equilibrios internacionales determinante para su transcurso político.
Con un tono conciliador y promesas de avanzar hacia un cambio de estilo en la gobernanza de Australia, Anthony Albanese, procedente de una familia monoparental humilde, juró el cargo el 23 de mayo de 2022 tras nueve años de gobiernos ininterrumpidos de gobiernos liberal-conservadores.
Llegó a ocupar el cargo de viceprimer ministro en 2013 -año en el que su partido perdió el poder- y el ministerio de Infraestructura y Transporte entre 2007 y 2013, aspiró por primera vez al liderazgo de su partido hace nueve años, pero en la elección interna perdió ante Bill Shorten, según publica Infobae.
Tras la derrota de Shorten en los comicios de 2019, en las que Morrison logro una victoria inesperada, Anthony Albanese asumió el liderazgo laborista, desde el cual apoyó gran parte de las estrictas respuestas sanitarias contra la pandemia de la covid-19.