El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha confirmado este lunes su intención de presentar el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2026, el primero que su Ejecutivo llevará al Consejo de Ministros en esta legislatura. El anuncio llega en un momento de notable complejidad parlamentaria, con las cuentas públicas aún prorrogadas desde 2023 y sin una mayoría clara que garantice su tramitación.
Durante su comparecencia de balance político desde La Moncloa, Sánchez ha afirmado que estos presupuestos tendrán un perfil “más social” que los anteriores, si bien ha reconocido que aún no cuenta con los apoyos suficientes para superar siquiera el debate de totalidad en el Congreso. A pesar de ello, ha reiterado su voluntad de negociar con todos los grupos parlamentarios. “Trabajaremos con todos”, ha insistido, subrayando el papel clave que juegan los fondos europeos de recuperación, de los cuales España acaba de recibir un nuevo desembolso de más de 24.000 millones de euros.
Uno de los puntos más relevantes del anuncio es la disposición del presidente a reunirse con Carles Puigdemont, líder de Junts, para tratar la viabilidad de las nuevas cuentas. Aunque la fecha de este posible encuentro aún no está fijada, el Gobierno ha confirmado que Sánchez contempla esa reunión en el marco de su estrategia de diálogo con todos los actores políticos. Según ha recordado, la ley de amnistía “es para superar la situación vivida en 2017”, y ha reivindicado que España “mira hacia adelante”.
“Las legislaturas duran cuatro años y las elecciones generales serán en 2027”.
Sánchez ha descartado tajantemente cualquier adelanto electoral. “Las legislaturas duran cuatro años y las elecciones generales serán en 2027”, ha subrayado. Frente a las presiones de la oposición y los recientes escándalos que han salpicado al PSOE, el presidente ha defendido el desempeño del Ejecutivo en términos económicos y sociales. Ha destacado cifras de empleo y crecimiento que, en sus palabras, representan un “récord absoluto” y justifican una agenda progresista “ambiciosa” para los dos años que restan de legislatura.
Este movimiento busca reequilibrar la iniciativa política del Gobierno en un contexto marcado por la fragmentación parlamentaria y el desgaste institucional. Al anunciar un nuevo ciclo presupuestario con orientación social y voluntad negociadora, Sánchez intenta proyectar estabilidad legislativa y continuidad en la acción de gobierno, en contraste con la narrativa de parálisis que impulsan sus adversarios.
La presentación formal del proyecto para 2026 ante el Consejo de Ministros marcaría un punto de inflexión para Pedro Sánchez, en la medida en que consolidaría un nuevo marco fiscal para los próximos ejercicios. Queda por ver si el Ejecutivo logra convertir esta iniciativa en una herramienta efectiva de cohesión parlamentaria o si, por el contrario, se enfrenta a otro bloqueo legislativo que complique la gobernabilidad en el tramo final de la legislatura.