Este miércoles, el gobierno francés arranca con la reducción de la contaminación, implementando la Ley del Clima y la Resiliencia tras su aprobación parlamentaria. La medida, que entra en vigor hoy en Francia, da luz verde a la prohibición los vuelos cortos cuando el mismo viaje pueda realizarse en tren en menos de dos horas y media.
El Diario Oficial de la República Francesa publicó el martes esta iniciativa medioambiental, que estuvo anteriormente suspendida mientras la Comisión Europea examinaba un recurso presentado por el sector aéreo, según la AFP y tal y como recoge el diario Público.
La Ley del Clima y la Resiliencia afectará a varios vuelos que conectan París con ciudades de distancia media como Nantes, Lyon y Burdeos. No obstante, esta medida ya se había aplicado parcialmente cuando el Gobierno francés obligó a Air France a suspender estos vuelos como condición para recibir ayuda financiera durante la crisis sanitaria de la covid-19 en mayo de 2020.
Prohibición «simbólica»
La Asociación de Aerolíneas Europeas (A4E), que representa a grupos como IAG (British Airways e Iberia), KLM o Ryanair, calificó la prohibición como «simbólica». Alega que los gobiernos deberían apoyar soluciones más significativas y reales, teniendo en cuenta que la industria de la aviación tiene como objetivo alcanzar la neutralidad climática para 2050.
Este movimiento verde del gobierno de Macron se produce después de críticas dirigidas a personajes destacados como los jugadores del París Saint-Germain, Kylian Mbappé y Lionel Messi, quienes en septiembre de 2022 tomaron un avión a Nantes para un partido a pesar de que el viaje podría haberse realizado en tren en dos horas. Su entrenador, Christophe Galtier, hizo comentarios irónicos sobre la situación, preguntando si deberían viajar en «carro de vela».
Precedente en la lucha contra el cambio climático
Francia ha mostrado su compromiso en la lucha contra el cambio climático con la implementación de esta prohibición de los vuelos cortos. Esta medida punitiva se espera que afecte principalmente a vuelos internos, incluyendo rutas populares como París a Nantes, Lyon y Burdeos.
El objetivo principal de esta prohibición es fomentar un cambio hacia medios de transporte más ecológicos, lo que reducirá significativamente las emisiones de carbono del sector del transporte. Esta medida supone un cambio significativo en la forma en que se maneja el transporte aéreo en Francia, y podría sentar un precedente para otras naciones que buscan alcanzar metas similares en cuanto a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.