Silvio Berlusconi, ex primer ministro italiano y figura destacada en la política, el fútbol y la televisión, ha fallecido a los 86 años. Fue una de las personalidades más carismáticas y controvertidas de la historia reciente de Italia. Su deceso ocurrió este lunes en el hospital San Raffaele de Milán, como resultado de una complicación de la leucemia mielomonocítica crónica que padecía.
El nombre de Berlusconi ha sido una constante en Italia durante las últimas cinco décadas. Como lo describió el diario La Repubblica, su presencia y relevancia eran tal que «no ha habido un día en el que no se haya mencionado su nombre en la televisión, en los periódicos, en el Parlamento, en los bares o en los estadios».
Despedida de ‘Il Cavaliere’
Berlusconi, cariñosamente conocido como ‘Il Cavaliere’, ingresó al hospital el viernes pasado para un chequeo rutinario relacionado con su enfermedad. Aunque su estado no parecía crítico en aquel momento, su salud se deterioró rápidamente durante el fin de semana. Familiares cercanos se congregaron en el hospital al conocer la gravedad de su estado.
Después de confirmarse su fallecimiento, multitudes de periodistas y seguidores de Berlusconi se agolparon en las puertas del hospital San Raffaele. El féretro de Berlusconi fue trasladado a su mansión de Villa Martino de Arcore, donde permanecerá hasta el miércoles, cuando se celebrará su funeral de Estado en la catedral de Milán.
En Roma, el Senado, donde Berlusconi ocupaba un escaño desde las elecciones de octubre de 2022, izó la bandera italiana a media asta en señal de duelo. Berlusconi permaneció como una figura popular a pesar de las múltiples causas judiciales abiertas en su contra y de los diversos escándalos que le rodeaban. Construyó un imperio inmobiliario, futbolístico y televisivo antes de entrar en política en 1994 y su huella es indudable en la historia reciente de Italia. Su muerte ha provocado reacciones de todo el espectro político del país.